Poesías de Santos



Un siglo de amor inmaculado:

Este pueblo galduriense
Te quiere a Ti agradecer,
Un siglo de tu presencia,
Tu bondad, y tu querer.

Queremos darte las gracias,
Nos honras con Tu presencia
No nos faltes, Madre mía,
Nos mataría Tu ausencia.

Pues Tú fuiste la elegida
Para concebir a Jesús,
Por ser pura inmaculada
Que no nos falte Tu luz.

Jódar entero te quiere
Y todos te idolatran
Por eso te tienen puesta
En ese trono de plata.

En este Tu centenario,
Te queremos regalar
Nuestro amor, nuestro cariño
Y también nuestro cantar.

¡Seguiremos venerándote,
Por muchísimos siglos más!
Si nosotros ya no estamos
Nuestro biznietos lo harán.

Por Tu fina y bella presencia
En esta iglesia de la Asunción,
Virgen, guapa inmaculada
A Ti, te damos las gracias
Pues salen del corazón.

Isabel Gómez de la Torre. "La poeta coplera".


Pureza divina:
 
Inmaculada eres pura
Como lo indica tu nombre
Por eso Dios te eligió,
Para sembrar en tu vientre,
Al salvador de los hombres.

¡Inmaculada preciosa!
¡Inmaculada bonita
¡Quien pudiera, a ti ponerte,
en cada casa, una Ermita!

Isabel Gómez de la Torre, "La poeta coplera".


No hay un día más sentido
Ni de mayor emoción
Que cuando sale a la calle
El Cristo de la expiración.

Paco "El tórtolo" y Maria José (su mujer)
Con esmero se han arreglado
Para estar junto al Cristo
En ese momento tan delicado.

Toda la gente de Jódar
A la calle se ha hechado
Y a su dolor se van sumando
Pues se menten en la piel
De lo que el Cristo está penando.

Las flores que hay en su trono
De dolor se van muriendo
De la injusticia tan grande
Que con él están haciendo.

Los pájaros ese día
No vuelan con alegría
Ni pían con ilusión
De ver sufrir en la cruz
Al Cristo de la expiración.

A vuestro hijo que es precioso
Esa fé vais inculcando
Para que el día de mañana
A sus hijos vaya pasando.

Dios os de mucha salud
Para estar en la hermandad
Y que los tres estéis unidos
Con mucha felicidad.

Isabel Gómez de la Torre, "La poeta coplera".




Sor Ángela de la Cruz:

Santa Ángela Tú eres
Sor Ángela de la Cruz,
Tú nos cuidas desde el cielo
Con tu bondad y tu luz.

Digo "eres", porque en mi mente
Tú para mí estás viva,
Toda España te recuerda
Y de ti, nunca se olvida.

La cruz que nuestro Señor
Un día a cuestas llevaba,
Para enseñar al mundo
Lo mucho que nos amaba.

¡Bendita sea la hora
Que en este treinta de enero,
Llegaste al mundo en Sevilla
Con tu gracia y tu salero!

¡Has nacido para dar:
Amor, calor y ternura,
¡Viva tu imagen bonita
Que todas las penas cura!

Juan Pablo II un día
A ti te beatificó,
Un día cinco de noviembre
Tu labor reconoció.

¡Y tanto te merecías
Por ser buena y entregada,
Que un día cuatro de mayo
Tu fuiste canonizada!

¡Eres guapa, eres fina
Y redondita de cara,
Y lo que fundaste un día
Todavía no se para!

Dejaste a tus hermanas
Tus hermanas de la cruz,
Quedaron tristes y solas
Al llamarte a ti Jesús.

¡Pero vives con nosotros
Tus buenas obras han quedado,
Todo el bien que tú has hecho
Siempre será recordado!

¡Virgen digna de alabanza
Con tu hábito marrón,
Y tu rostro de esperanza!

¡Dabas ayuda a los pobres
Y a los enfermos consuelo,
Dabas pan a los hambrientos
Con tu tesón y desvelo!

¡Qué suerte tuvo Sevilla
Ese patio de naranjos,
Con aromas de azahar
De que tus ojos se abrieran
Para las vidas alegrar!

¡Bendita sea la hora
La hora en que tú naciste,
Para dar el buen ejemplo
De lo que en tu vida hiciste!

¡La giralda te recuerda
Y toda Andalucía!
¡Nombrar tu nombre me encanta,
Pues me produce alegría!

¡Tu viste la luz primera
En una humilde casita,
Y ahora es una reliquia
Por que es casi una ermita!

¡Tan solo le pido a Dios
Sor Ángela de la cruz,
Que desde lo alto del cielo,
Nos protejas con tu luz!

¡Quien trabaja para Jesús
No es trabajo perdido,
Porque alcanzará la gloria
Por los siglos de los siglos!

Isabel Gómez de la Torre. Jódar, Jaén. 9 de abril del 2009.


Dedicada a San Francisco de Asís y a nuestro papa Francisco I:

A San Francisco de Asís:

San Francisco tú eres digno
Digno de veneración,
Por eso todos te quieren
Desde España hasta Japón.

Bendita sea la hora
Que a este mundo llegaste,
Hace ya, casi diez siglos
Que de amor tú nos dejaste.

Franchesco a ti te apodaron
Giovanni para tu gente,
Para todos San Francisco
Una persona excelente.

Siendo tus padres tan ricos
De familia acomodada,
Tú elegiste otro camino,
Porque Jesús te llamaba.

Siendo tu padre comerciante
De sedas y buenos linos,
Elegiste por vestidura
Un saco de esparto fino.

Proclamando la humildad
Allí donde tú llegabas,
Y enseñando a los demás
Lo que Jesús nos amaba.

¡Que equivocados que estaban
Los que un día a ti te echaron,
Nubes de piedras y lodo
Y a tu paso te humillaron!

Todos te creían loco
Y hasta se enfadó tu padre,
Por tu vida de sacrificio
Pero luego la vida pone,
A cada uno en su sitio.

"El Pobrecico" te llamaban
"El Pobrecico de Asís",
Pobre en tu apariencia
Pero rico en tu sentir.

Para casarte elegiste
Una novia de gran belleza,
¡Que era la lealtad
La humildad, y la pobreza!

No dudaste en vender
Hasta tu bello caballo,
Una mañana de Mayo
Para conseguir tu plan
De reparar la capilla,
Iglesia de San Damián.

No dudaste en convivir
Y ayudar a los leprosos,
¡Cuando a todos daban asco,
Tú los veías hermosos!

Por ser un santo querido
Y limpio de corazón,
¡Encontraste un lugar,
Privilegiado ante Dios!

Isabel Gómez de la Torre.

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